Es evidente que Justin Trudeau es un hijo del amor, una generación que lleva una flor en el pelo. Amor y paz mientras Rusia, los chinos y cualquier otro puedan invitar y reclamar nuestro Norte. Por el amor de Dios y por sentido común, dejen de malgastar dinero en gestos estúpidos y frívolos que no hacen nada por nadie excepto por los progresistas y preparen adecuadamente a nuestras Fuerzas Armadas para proteger nuestra soberanía y nuestras fronteras. ¿Qué tal si creamos una nueva industria que construya barcos y equipos para el ejército? Lo siento, me olvidé, ustedes gastaron miles de millones en baterías, pero de esta manera, el dinero se quedaría aquí, crearía empleos y protegería a nuestro país. Leer más